Forro para libros adhesivo o sin pegamento

Los rollos de plástico transparente forralibros los hay con y sin adhesivo, de polipropileno o de PVC. Son idóneos para proteger los libros de texto escolares.


Información sobre forro para libros

Tipos de forro plástico para libros

Si necesitas forrar libros de texto puedes comprar forro adhesivo o convencional. Pero ¿cuál es mejor?

Estas son los dos forros para libros más usados:

  • Forro convencional: el forro convencional es fácil de poner y fácil de quitar. La mejor forma de instalarlo es plegar la lámina de forro en las esquinas y poner un pequeño trozo de cinta adhesiva para sujetarla. La cinta no debe tocar el libro. Sólo mantiene el plástico en su sitio por simple tensión: la idea es hacer una especie de funda a medida. Este método es utilizado por algunas bibliotecas y es el más efectivo para conservar los libros en perfecto estado. Además tiene una ventaja: si se estropea lo puedes sustituir muy fácilmente. Es más barato.
  • Forro autoadhesivo o Aironfix: el forralibros adhesivo tiene la ventaja de que visualmente es más estético. Si se hace bien, apenas se nota que el libro ha sido forrado. Si no se pone el suficiente cuidado suelen quedar burbujas de aire o arrugas. Otro inconveniente es que si se araña o se deteriora,es más difícil (o imposible, según el tipo de cubierta con el que haya sido encuadernado el libro) de sustituir. Es algo más caro.

Una tercera opción si tienes que forrar un gran número de libros es la máquina forradora colibrí. Utiliza unas fundas especiales que corta a medida. Es un sistema caro pero muy rápido y efectivo. Ideal para bibliotecas, escuelas, colegios, etc.

Forro para libros

¿Cómo forrar los libros de texto?

Materiales necesarios

Para forrar un libro de texto con forro escolar necesitarias los siguientes materiales:

  1. El libro de texto
  2. Un rollo de forro escolar
  3. Tijeras
  4. Cinta adhesiva (en caso de que no sea autoadhesivo)

Instrucciones

En primer lugar, desenrolla el rollo de forro sobre una mesa, extiende aproximadamente un metro. A continuación, sitúa el libro abierto sobre el forro a unos 5 cm del borde de la lámina. Corta con tijeras el otro extremo opuesto dejando otros 5 cm de margen. Es decir, el forro tiene que ser 10 cm más grande que el libro (hay que tener en cuenta la cubierta frontal, la posterior y el grosor del lomo).

Asegúrate de que el borde inferior del libro está paralelo al forro, dobla el sobrante hacia dentro y pégalo con celo en dos o tres puntos. Cierra el libro, tensa bien el forro y dóblalo por debajo de la portada. Ábrelo con cuidado para no perder la posición del forro en la carátula frontal y pégalo de nuevo con cinta adhesiva.

Comprueba que el libro abre y cierra bien; si tensas demasiado el forro con el libro abierto, es posible que no cierre bien. Aquí tienes un tutorial para forrar libros de texto más detallado.

Ahora te queda rematar los bordes superior e inferior. Córtalo como lo harías al envolver una caja con papel de regalo: ligeramente en diagonal desde el canto del libro. Dobla con cuidado y solapa los pliegues que se forman en las esquinas y termina de pegarlo con celo.

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