¿Qué es el material de oficina fungible?

Material de oficina fungible

El material de oficina se puede clasificar en dos grupos: fungible y no fungible. Wikipedia dice lo siguiente sobre los bienes fungibles:

Los bienes o cosas fungibles, son los muebles de los que no puede hacerse el uso adecuado a su naturaleza sin consumirlos y aquellos en reemplazo de los cuales se admite legalmente otro tanto de igual calidad.

El término fungible viene del latín fungi, gastar, y -ble es decir es lo que se consume con el uso.

Los bienes fungibles de oficina (materiales gastables de oficina) son aquellos que no se pueden usar sin gastarlos. Por ejemplo, los folios son un claro ejemplo de material fungible. Al imprimir el papel lo gastamos. Es decir, ya no lo vamos a poder usar otra vez.

Una hoja de papel impresa ya no sirve para imprimir otro documento. Sin embargo, otros productos de papelería, como las tijeras o las grapadoras, no son bienes fungibles. Es decir, una grapadora se puede usar muchas veces sin que el objeto se gaste. En cambio, las grapas sí que son fungibles.

Materiales fungibles de oficina

Ejemplos de material de oficina fungible

Además del papel, otros materiales de oficina gastables son los cuadernos, blocs de notas, libretas, pegamento de barra, láminas de dibujo, etc. En general, todos los soportes de escritura se puede considerar bienes fungibles. Las notas Post-It, los talonarios, o los recambios de papel para las carpetas escolares son otros ejemplos de materiales fungibles.

Material fungible

Más ejemplos de material fungible

Por ejemplo, los bolígrafos y rotuladores. Pero solo cuando son desechables. Es decir, una pluma estilográfica de diseño o un bolígrafo de oro no se consideran fungibles, puesto que son recargables. Los bolígrafos Bic, los rotuladores Edding y o los subrayadores fluorescentes tipo Stabilo son todos ellos bienes fungibles.

¿Qué materiales de oficina no son fungibles?

Entre las cosas que no pueden ser consideradas fungibles, podemos encontrar en primer lugar el material de archivo. Por ejemplo, los archivadores de anillas. Estos clasificadores de documentos nos pueden durar muchos años. Es decir, archivar los documentos en ellos implica un deterioro pero no el consumo de los mismos.

El mobiliario y complementos de oficina como estanterías, carritos, mesas o sillas son también bienes no fungibles.

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