Ruido en la oficina

Quien más y quien menos ha sentido alguna vez envidia de esa pequeña oficina del entorno rural donde no hace falta el aire acondicionado en verano, por el grosor de sus paredes. Y donde, en invierno, basta una (silenciosa) estufa de leña para caldearla. Muy distintas son las oficinas de las grandes ciudades ubicadas, ya no en una acogedora construcción de piedra, sino en un edificio ¡inteligente? Tal vez situado al pie de una gran avenida con tráfico denso, ello solo ayuda a que el entorno laboral sea más ruidoso si cabe.

oficina con ruido de máquinas y personas

Fuentes de ruido en una oficina

Una buena porción del ruido de una oficina viene del exterior; las otras fuentes de ruido proceden del interior. Pero, dentro de la oficina, hay que separar el ruido de las instalaciones del propio edificio (ascensores o calefacción) del causado por las máquinas de oficina o la actividad de las personas.

  • Ruido del exterior: tráfico aéreo y rodado, obras públicas y eventos o aglomeraciones de personas son las principales fuentes de ruido externo en una oficina. Cuanto más densa la circulación y la velocidad de los coches, más ruido llega al interior de la oficina por las ventanas. Además, si el edificio se encuentra rodeado por otras construcciones, las fachadas de aquellas reflejan las ondas del sonido y aumentan, así, la potencia sonora.
  • Ruido del propio edificio: ascensores, tuberías de agua sanitaria y calefacción, cañerías de desagüe, calefacción, ventilación y aire acondicionado son algunas fuentes de ruido de las instalaciones de un edificio de oficinas. Hay que señalar que algunas luces, como los tubos fluorescentes regulados por balasto (o reactancia), son más ruidosas que otras. Por ejemplo, las lámparas incandescentes o las halógenas sin transformador son dos sistemas de iluminación silenciosos.
  • Máquinas de oficina: al ruido causado por impresoras, fotocopiadoras y destructoras de documentos hay que sumar el que proviene de equipos de comunicación y tratamiento de la información, es decir, ordenadores, teléfonos, enrutadores de red… Atrás quedan las máquinas de escribir. Las ruidosas impresoras matriciales para papel continuo son cada vez menos frecuentes. Por el contrario, las impresoras láser son mucho más silenciosas.
  • Actividad de las personas: taladrar documentos para su archivo, arrugar hojas de papel y otras tareas con material de oficina, como grapar, cortar o encuadernar folios, son ejemplos de ruidos y golpes en la oficina. Sin embargo, según algunos estudios, molestan más las conversaciones entre individuos, en especial cuando se oyen con nitidez.

¿Por qué es molesto el ruido en el entorno laboral?

El nivel de ruido en una oficina no suele alcanzar el valor de la presión sonora de las fábricas. Y tampoco la de otros entornos industriales. De igual manera, el riesgo laboral de perder capacidad auditiva en la oficina es poco probable. Y, por ello, no son necesarios los equipos de protección individual.

Sin embargo, el ruido, además de causar distracciones, dificultar la comunicación entre personas o interferir en la actividad de individuos que desarrollan tareas complejas que requieren atención, puede alterar fisiológica y psicológicamente a los trabajadores.

Pero ¿por qué es molesto el ruido en las oficinas? En primer lugar, el oído humano no percibe igual todos los sonidos. Nuestro oído es más sensible a aquellos cuya frecuencia se sitúa entre 50 y 5000 Hz. Las máquinas de oficina tienden a producir tonos puros. Los tonos puros son más molestos para el oído. Además, la molestia es mayor cuando la frecuencia de las ondas acústicas es alta.

En segundo lugar, los ruidos variables o impredecibles molestan más que los sonidos constantes. Así, el pitido con que una impresora nos avisa de que se ha atascado o agotado el papel nos molesta más que el zumbido del ventilador de un ordenador portátil. En este ejemplo, influye también el hecho de que el sonido es informativo. Lo que sucede es que, al asociar los avisos acústicos con sucesos que requieren nuestra atención, estos sonidos se transforman, a su vez, en una fuente de estrés.

Por último, el ruido de la oficina tiende a ser percibido por el individuo como más molesto cuando la tarea que este desempeña es compleja. La actitud de la persona y su grado de conformidad con el trabajo también influyen en este aspecto.

Cómo mejorar el confort acústico de las oficinas

En su NTP 503 (Nota Técnica de Prevención), el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo recomienda, como primera medida de análisis, identificar la fuente crítica del ruido. Según ciertos estudios, cuando una fuente de ruido destaca notablemente sobre las demás, la molestia global máxima no es superior a esta. En otras palabras, lo más eficaz para reducir el ambiente ruidoso de una oficina es actuar primero sobre la fuente crítica.

Para identificar las fuentes de ruido, el primer paso que hay que dar es preguntar a los empleados. Una vez identificadas las causas del ruido en la oficina, se procede a tomar medidas correctiva. El objetivo es mantener un nivel sonoro equivalente inferior a 40 dB, en despachos, o a 50 dB, en las zonas comunes.

Acciones correctivas para reducir el ruido en las oficinas

No siempre es posible reducir el ruido del exterior sin abordar reformas en el edificio. Escoger ventanas con cámaras aislantes e insonorizar la oficina con materiales de aislamiento acústico evita o reduce la transmisión del ruido al interior.

En cuanto a las instalaciones, forrar las tuberías de agua y los conductos de ventilación con espumas u otros materiales absorbentes es una medida eficaz para reducir la tranmisión acústica. Además, para anclar estos elementos a la estructura del edificio, se recomienda usar soportes silenciosos de goma. También son eficaces los bloques antivibración.

En el caso de las máquinas de oficina, para reducir los decibelios se puede:

  • Sustituir los equipos por otros más silenciosos. Los fabricantes de impresoras y destructoras indican la potencia acústica (en decibelios) en la ficha técnica del equipo
  • Forrar las máquinas con carcasas o materiales absorbentes del ruido
  • Ubicar los equipos en espacios aislados donde no trabajen personas

A continuación, se trata el ruido causado por la actividad de las personas. Y, entre las mayores causas de molestias, están las conversaciones. Sobre todo, cuando estas son inteligibles. ¿Cómo minimizar su impacto? En oficinas con despachos, se pueden insonorizar las paredes, el techo y el suelo. En oficinas abiertas, una manera eficaz de amortiguar el ruido conversacional es instalar pantallas acústicas. Cuanto más absorbente sea el material de las pantallas, mayor su tamaño y menor su distancia a la fuente acústica, mayor será su atenuación en decibelios.

Por último, los muebles y la decoración también juegan su papel en el ruido de las oficinas. Instalar cortinas gruesas, moqueta y otros materiales absorbentes ayuda a reducir el ruido en la oficina.

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