¿Por qúe se rompe la mina de los lápices?

Estás afilando tu lápiz. La punta se desprende y se queda al fondo del sacapuntas. ¿Cuántas veces no te ha pasado? ¿Por qué ocurre?

punta lápiz rota

Cuando los lápices son de baja calidad no es difícil que se rompa su mina. Bien al afilarlos, o bien mientras escribimos. En general, esto ocurre porque la mina no está bien encolada a la madera. En lápices de calidad como los Staedtler Noris o los Faber-Castell es mucho más difícil que esto ocurra.

¿Por qué se rompe la mina de los lapiceros?

Sucede porque la mina no está bien encolada a la madera. Cuando esto ocurre se forma un pequeño espacio entre el grafito y la madera, una pequeña holgura. Al afilar el lápiz, la cuchilla del sacapuntas crea torsión sobre el grafito. Si está bien pegado a la madera, la cuchilla lo corta junto con la madera, así es como se obtiene el filo.

En cambio, si la mina no está bien pegada, la madera no puede contrarrestar este esfuerzo y la mina se rompe, al girar el grafito, que es muy frágil, sobre su propio eje. Esto en cuanto a las roturas por afilado.

Punta de lapicero
Detalle de la punta de un lapicero de grafito

En cuanto a las caídas, esa misma holgura hace más probable que la mina se rompa en el interior del lápiz. Por ejemplo, si se cae el lápiz al suelo. Y lo mismo cuando comenzamos a escribir, y muy especialmente cuando está recién afilado, puesto que la mina es más larga.

En los ejemplos del párrafo anterior lo que sucede es que la mina se ve sometida a un esfuerzo de palanca. El grafito, en este caso, se rompe por flexión, como consecuencia de no soportar el esfuerzo. ¿Qué ocurre exactamente?

Cuando la mina de grafito está bien pegada al cuerpo del lápiz, el punto de apoyo (fulcro) es el propio límite de la madera. Sin embargo, si la mina está suelta, el punto de apoyo es más profundo. Es decir, está en la parte no vista de grafito. Al ser mayor la distancia (más esfuerzo de palanca), el débil grafito se rompe más facilmente. Seguro que te has fijado en que la mina rara vez se rompe en el extremo del lápiz, es decir, suele quedar un pequeño hueco.

¿Cómo solucionan esto los fabricantes de lápices?

Simplemente, encolando toda la superficie del cilindro de grafito a la madera. Es lo que se conoce como doble encolado. ¿Por qué doble?

Se llama doble encolado porque un lápiz se fabrica intercalando una mina de grafito entre dos capas de madera, como si se tratara de un sandwich. De hecho, la forma hexagonal se obtiene después, fresando el sobrante. Pues bien, en la técnica del doble encolado se pegan ambas piezas de madera. Faber-Castell fue una de los primeros fabricantes en usar este sistema, el encolado SV.

El encolado SV de Faber-Castell

Detalle del encolado SV de Faber-Castell
Encolado SV de Faber-Castell

Faber-Castell usa el encolado SV para hacer sus lápices. Estas siglas son una reducción de la palabra alemana Sekuralverfahren que significa ‘unión segura’ o ‘encolado total’.

El doble encolado garantiza que la mina del lapicero queda bien encolada, a lo largo de toda su superficie, con la madera. De esta forma, el lápiz se comporta como un cuerpo sólido. Es decir, sin holguras ni partes sueltas.

El encolado SV fue inventado por Faber-Castell en 1961. Y, si te fijas, en muchos de sus lápices verás impresas las letras SV, que te indican que el lápiz ha sido fabricado mediante esta técnica.

Detalle SV
Detalle Faber-Castell SV

Por último, el encolado SV no solo ayuda a evitar la rotura de la mina, también te permite conseguir afilados de mayor precisión. Por las mismas razones antes explicadas.

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